EL ROSTRO HUMANO DE LA DEBACLE 3

Tengo una amiga que está viviendo bien de cerca la crisis. Ella no trabaja en el gobierno. ¿Y cuál es el problema?, se preguntarán ustedes. Pues el problema es que mi amiga vive con su madre y ella sí trabaja con el gobierno. Durante toda esta semana su madre ha permanecido en la casa y mi amiga no puede más. “Qué cojones. ¿Por qué Aníbal no se la lleva para la Fortaleza?”, me dijo hace unos días. Lo irónico es que mi amiga para no tener que bregar con su madre ha decidido ir más a la playa y a correr bicicleta. El efecto es que se ve muy bien. En otras palabras, -y esto también me lo dijo otra amiga a mí, en otro contexto- la crisis le sienta bien.