martes, noviembre 22, 2005

TO THICKEN THE PLOT 1.2


Continuación de la discusión sobre cine y literatura. Advierto que hace rato me fui por la tangente.

¿De dónde sale el talento artístico? ¿Cómo se manifiesta?

Antes de empezar a contestar estas preguntas, quisiera usar de ejemplo a los deportistas. La otra noche, veía en cable una entrevista a Oscar de la Hoya. El entrevistador le pidió al púgil una demostración de rutinas, y luego, deslumbrado con la velocidad de los puños del boxeador, le preguntó cómo lo hacía, a lo que de la Hoya contestó: “I don’t know; i guess it’s a gift.” Estoy de acuerdo con esta respuesta. Para mí es innegable que Tiger Woods tiene un “gift” para el golf, así como Larry Bird lo tenía para el baloncesto. Tengo un hermano que llegó a ser un gran prospecto del basket local y lo de él también era un “gift”. Desde muy pequeño, demostró una habilidad inexplicablemente innata para ese deporte.

Pero iré más allá. Tomemos el ejemplo de Michael Jordan. Siempre he pensado que Jordan es una de las personas más inteligentes del planeta. Me explico: ¿usted sabe la inteligencia que hay que tener para saber qué hacer en cualquier momento dado de un juego de baloncesto profesional? Eso es intelligencia. No es la inteligencia de un matemático o de un filósofo, sino otro tipo de inteligencia. Llamémosle inteligencia baloncelística. A Jordan le ha servido para ganarse la vida.

Creo que lo mismo pasa en las artes. No dudo que lo de Picasso haya sido un “gift”, o sea que tenía un talento natural. Igualmente, podríamos decir que lo que tenía Mozart era una inteligencia musical mucho más desarrollada que la de sus contemporáneos.

Pero hay un asunto. Tanto los deportes como las artes son fenómenos culturales y no naturales. Por ejemplo, un cheetah corre rápido porque eso le permite alcanzar a la gacela que se quiere comer. Eso es un talento natural que le ha permitido sobrevivir en el mundo de los más aptos. En ese sentido, hace sentido que haya nacido con ese talento. Pero en el caso de un atleta o un creador, qué sentido hace que hayan nacido con el talento para meter la bola en un canasto o para componer la más hermosa sonata.

Hoy día, es políticamente incorrecto hablar de genios o prodigios. No hay nada que atente tanto contra el ideal francés de egalité que la idea que todos somos iguales, pero unos más otros. Nos han hecho creer que cualquiera puede llegar a ser artista o deportista por medio de la educación y/o el entrenamiento. That remains to be seen.

Pero quiero retomar el asunto cultural. Si el baloncesto nunca hubiera sido inventado, qué hubiera sido de la vida de Larry Bird. Si la ópera nunca se hubiera desarrollado como género, qué hubiera sido de la vida de Pavarotti. Nunca sabremos la respuesta a esta pregunta, pero no descarto la posibilidad de que Bird no pasara de ser un "hick" de Indiana, y Pavarotti, un gordo del pueblo italiano de Modena.

Aunque quién sabe. Usemos de ejemplo a Raymond Ayala. Qué hubiera sido de la vida de Raymond, si hubiera nacido en otra época que no fuera ésta. Si hubiera nacido en los setenta, ¿hubiera grabado con la Fania? Hmm, buena pregunta. Pues la verdad es que no sé. Raymond canta reggaetón, un género que es culturalmente equivalente a la salsa, pero no sé si requieren las mismas destrezas musicales. Pero, saben qué, apuesto a que sí: este chamaco de Vista Hermosa hubiera sido tan bueno como Andy, Pellín o Ismael. Dicho sea de paso, el nombre artístico de Raymond Ayala es Daddy Yankee.

No he empezado ni a entrar en los temas que quería tocar. Lo haré en un próximo post.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¿Raymond Ayala hace cine cuando no está jugando en la NBA o pagándole dinero a bloggeros pa que lo llamen genio a la altura de Picasso, Larry Bird y Joann Polanco? ¿O es que Raymond Dalmau está tratando de decidir si escribe una novela o hace una película de regaettón con Eric Delgado? ¿O lo que quieres decir es que José Sosa debió haber sido poeta, jugar golf y componer sonetos en los 1870s? ¿Qué está pasando aquí, ah? ¡Ay, que sospecha tengo...!

3:58 p.m.  
Blogger PLOP dijo...

Sólo Dios sabe cuántos sonetos se escribieron o dejaron de escribir en las duchas del Mets Pavilion a mediados de los ochenta. Siempre pensé que Fico López hubiera hecho un mejor Magnum que el de Tom Selleck. Buena suerte a Benicio en su biopic de Raymond Dalmau!

5:49 p.m.  

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