THE WORLD IS FLAT

He estado leyendo el libro “The World Is Flat”, de Thomas L. Friedman, periodista y columnista de The New York Times. Es importante que cualquier persona que quiera estar en algo lea este libro. El subtítulo del libro de “A Brief History of the 21st Century”. En él, Friedman ofrece una suerte de guía al mundo rápidamente cambiante en el que vivimos. De acuerdo a este autor, estamos viviendo una revolución comparable a la que siguió el surgimiento de la imprenta o de la electricidad. Hasta esta semana, había escuchado, por ejemplo, del movimiento de “open source”, sabía que era algo importante pero no entendía bien lo que era. Ahora estoy convencido de que los Ché Guevaras del futuro no saldrán de Sociales sino del Departamento de Ingeniería de Computadoras del RUM. También sabía del “outsourcing” a India, pero no sabía que dicho fenómeno se debía a por lo menos dos grandes accidentes históricos, el Y2K y el Internet Bust. Sabía que Walmart explota a sus empleados, pero no sabía que su sistema de “supply-chain” había sido tan revolucionario. Dicho sea de paso, tampoco sabía que si Walmart fuera una nación, sería el octavo socio comercial más grande de China.

¿Por qué diablos estoy hablando de esto? Pues porque, como país, estamos en babia. No tenemos ni idea de lo quedaos que estamos. Sólo hay que prender el televisor y ver a los llamados trabajadores de este país haciendo manifestaciones arcaicas. ¿No se han enterado de que en Corea del Sur, por decir sólo un país, las marchas y manifestaciones se organizan por medio de mensajes de texto? Apuesto que Tito Kayak ni tiene celular.

En temas relacionados a la debacle, me pregunto quién diablos, después de esta crisis, va a querer ser maestro en este país. “Yo tengo maestría y nunca pensé que estaría haciendo fila para obtener cupones”, le escuché decir a más de una maestra en la televisión. “¡Bienvenidas a Puerto CRico!”, sería mi respuesta a esas maestras.

End of rant. Lean el libro de Friedman.