viernes, noviembre 17, 2006

STURM UND BOND

Si no hubiera sido por el acostumbrado tema musical y por la presencia siempre confortante de Judy Dench, me habría olvidado de que Casino Royale es la nueva película de James Bond. En otras palabras, Casino Royale no parece una película de James Bond y eso la hace una de las mejores Bond-films –si no la mejor- que he visto.

Confesión: soy un fan de James Bond. Veo las películas del agente 007 por la misma razón que muchas mujeres veían Sex and the City: para sentirme bien conmigo mismo.

Ser hombre no es fácil: uno tiene que estar constantemente controlando ciertos impulsos considerados demasiado violentos por la sociedad como, por ejemplo, el de matar a nuestros enemigos o tener sexo con la mujer que nos dé la gana (“as opposed to” con sólo las que quieren tener sexo con nosotros).

Como decía: ser hombre no es fácil... pero vale la pena. Ése es el gran mensaje escondido en cada película de James Bond. Por eso digo que su función es hacernos sentir bien con el hecho de que somos hombres.

Pero no sólo eso. Ser como James Bond es a lo que aspira cualquier hombre que todavía entienda que la misión histórica de sus genes es reproducirse. No puedo pensar en nada que le sea de más auto-ayuda a un hombre que una película de James Bond. En serio, Ian Flemming es Paulo Coelho para el alpha-male. El gran mensaje de James Bond al hombre contemporáneo no podría ser más simple y bonito: “Tienes licencia para ser feliz... ahora ve mata al malo y acuéstate con la chica”, dice Bond, en acento inglés, a nuestro subconsciente.

Lo genial de Casino Royale es que hace un esfuerzo de alejarse de todo eso y de darnos un Bond más real y menos fantásioso, la clase de agente 007 que, según los estudios de mercado y los focus groups, el hombre del siglo XXI quiere ver.

El nuevo Bond no nos hace sentir bien con nosotros mismos. Su mensaje al hombre actual bien podría ser: En un mundo donde ser féliz no es posible, la única respuesta posible es mucho cinismo y una dosis controlada de sadismo. Ser hombre es una mierda cabrona, pero aún así sigue valiendo la pena.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Adiós.... ¿qué le pasó a los comentarios en la Ínsula? ¿Los borraron como hicieron una vez con los de endi.com?

10:31 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Contrapuesto a...?

7:49 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Anónimo: contrapuesto a ser mujer que es más mierda y más cabrón. Pude abrirse a debate.

Pero ese "vale la pena" suena a "no piensen que estoy considerando las alternativas".

5:43 p.m.  

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