jueves, septiembre 15, 2005

UNA HISTORIA VERIDICA

Una tarde, un hombre entra a un cuartel de la policía. Viene a denunciar que le robaron la cartera. Para hacer la querella, el retrete de turno le pide su nombre. El hombre se lo da. El retrete ingresa el nombre en el sistema. Se percata de una irregularidad y se excusa para hacerle una consulta a su capitán. Cuando regresa, le informa al hombre que está bajo arresto y le lee sus derechos.

Resulta que, durante la mañana, el hombre robó un banco. Mientras lo hacía, sin darse cuenta, se le cayó la cartera al piso.

Esto me lo contó M., la otra noche, mientras nos pachequeábamos en su casa.

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