SOBRE SPAM Y OTROS ROLLOS CULINARIOS
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Terminé la maestría y regresé a Puerto Rico a vivir de nuevo en casa de mis padres. Al año y medio fue que me mudé con un roommate a un segundo piso en la urbanización El Vedado de Hato Rey. Allí estuve seis meses hasta que compré el apartamento en el que vivo desde hace cuatro años y medio. En los casi seis años y medio desde que regresé de Nueva York es muy poco lo que he vuelto a cocinar. Me la he pasado comiendo afuera o en casa de mis padres. En una época, desayunaba en panaderías y hasta me convertí en un connoisseur de las mismas. Recuerdo que desarrollé todo un sistema para rankear panaderías. En otro momento hablaré de ese sistema; ahora sólo diré que, entre las que yo frecuentaba, la mejor era una en la 65 de Infantería, por el área de San Agustín, cuyo nombre no recuerdo.
Todo esto cambió cuando empecé a salir con S. hace varios meses. Gracias a ella, hoy voy a Pueblo, cocino y me gasto menos dinero en comida. Mi menú es parecido al que comía en Nueva York: avena y/o sandwish de jamón, queso y huevo (ahora en pan integral) en el desayuno, arroz blanco con pechuga rellena de pollo o pasta en la cena. Cada vez cocino más y mejor. Hace un ratito, me hice un arroz blanco que me quedó espectacular.
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