jueves, enero 19, 2006

A LO QUE HEMOS LLEGADO

Anoche en el programa Anda pal cará, entrevistaron a la actriz y exrepresentante por el PPD Yazmín Mejías sobre el hecho de que, a un año de su salida de la legislatura, no ha conseguido un trabajo en el servicio público (léase gobierno), lo que no le ha dejado más remedio que trabajar en la gasolinera de unos amigos en Río Grande. Sí, así como lo oye. Yazmín Mejías trabaja en una gasolinera, específicamente en el convenience store, preparando lo que ella describió como las mejores tripletas del área este. Ella está molesta, pero no por esto; dice que hace feliz cualquier trabajo. Lo que la tiene enconjoná es que, después de cuatro años recibiendo órdenes de Carlos Vizcarrondo en la Cámara, no la hayan llamado para ofrecerle un puesto en el gobierno. Escuché esto y me quedé en shock. ¡Que semanita esta! Primero, lo de Free Tempo, campaña cuyos méritos nadie se ha preocupado en explicar. Luego, lo de la Taína, a la que le encontraron un cerebro en la cabeza. ¿O fue un tumor? Y ahora esto de Yazmín Mejías. ¿De cuándo a acá las batatas políticas son un gremio cuyos derechos hay que defender?

6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

No me place la metáfora de la mano invisible, pero parece que las teorías de Adam Smith y los clásicos caught up with Yazmín Mejías. Por esas cuestiones de la economía capitalista local, que rara vez es justa pero en ocasiones se destaca por certera, al ella no encontrar trabajo, una oportunidad de empleo acorde con sus cualificaciones la encontró a ella. ¿Estará recibiendo ayudas del PAN?

10:31 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gracias desde el fondo de mi alma por el chiste. Ayer en la mañana, al ver el titular de Primera Hora, se me chispoteó en voz alta que ese diagnóstico no podía estar correcto porque tener cerebro era un requisito indispensable para tener un tumor allí. Me dijeron cruel y otras lindezas más, posiblemente correctas todas. Gracias por dejarme saber que mi crueldad no marcha sola.

En cuanto al derecho de la sirvienta de televisión (ya que no actriz, por no ofender a las que los son) predicadora fundamentalista, ex representante al servicio de los sectores más retrógrados y machistas del país, y ahora tripletera o lo que sea, ella tiene razón. Ese derecho que reclama por TV (dónde tu y yo no podemos ir a reclamar otros derechos) está registrado en el mismo libro de leyes en que se encuentran muchas otras protecciones sociales de nuestro país.

En ese libro se encuentran no solo el derecho que reclama la que manufactura emparedados, si no que ahí también está el derecho que tienen las personas que construyen casas, sin permisos, sin planos, en terrenos que realmente no son terrenos para contruir porque son más bien guindas o jaldas, de que cuando la casita que construyen se desplome o se les chorree por la guinda tu y yo les paguemos otra casa, segura ÿ "tan buena como la que perdieron". Oséase, una casa de tres cuartos dos baños, cocina grande y cómoda, y suma y sigue.

Seguramente has notado que en nuestro país se dice todo el tiempo, en cánticos de coros o solitarios, que "ÿo tengo derecho". Y detrás de esa frase se disparan las cosas más absurdas que podamos imaginar. El que construye sin columnas, o mejor dicho con columnas hechas con bloques, y como dije sin los permisos de las agencias (ARPE) o con permisos obtenidos por el contructor que tiene un pana que es gestor y que tiene otro pana o primo dentro de la agencia y que con 400 pa mi y 200 pal' pana de adentro, te consigue un permiso para asar a la varita a tu abuela , y que es el mismo a quien la casa se le cae, te dispara, a las 5 de la tarde en vivo y a todo color, apoyado por los amigos periodistas, la famosa cita "porque yo tengo derecho a tener una casa segura para mi familia y el gobierno tiene que ayüdarme(que realmente quiere decir dármela). Hermano, ese "gobierno" somos tu y yo. Que tenemos que jodernos para tener la casa "ä la que tenemos derecho".

En el mismo libro de leyes esta el derecho que tienen los ""comunicadores" de WAPA radio y de todas la otras estaciones de radio del país, de abrir la boca y decir sandeces o francas estupideces, todo bajo el manto del derecho a la libre expresión. Derecho que reclama su máximo exponente, la comay. derecho a insultar, difamar, intimidar, repetir errores o francos disparates. Ese derecho está en el libro también.

Nota que no estoy hablando del derecho e los más pobres y de los trabajadores de vivir en una sociedad en la cual no se ignore que al llegar la noche o la lluvia, no tienen un techo para cobijarse, no hablo de ese derecho.

Tampoco hablo el derecho que tenemos todos de que una vez nos informamos suficientemente y de saber que no entramos viciosa e innecesariamente en la intimidad de nadie y estar seguros que no vamos a hacer daños viciosos a víctimas inocentes, de escribir lo que pensamos y nos venga en gana en un blog como éste.

Otro día te cuento de otros derechos escritos en ese tomo especial de LPRA.

10:51 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Propongo que en las próximas elecciones el hirsuto se tire para la gobernación.

2:06 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lo siento, no es consistente con la imagen.

2:05 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

I don't get it

8:54 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Oh, no es que no pueda ser gobernador, porque pinta y estatura tiene (hay que verse bien en grupo y no muy bajito entre los demás, o pasarse 4 años usando tacos altos!) es que no es consistente con el ennui tropical. Espera a que Desentamado y el Insulo resuelvan qué hacer con eso y luego planificamos la campaña.

9:30 a.m.  

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