viernes, junio 23, 2006

SEGUNDA DIATRIBA DEL DIA

Hace dos días, una jovencita de 17 años amaneció muerta en una residencia de la UPR. ¿Causa de muerte? Nadie sabe. Se habla de que tenía una condición respiratoria, de que estaba tomando pastillas para perder peso, etc. Pero nadie dice lo obvio: ¡se murió de gorda! El peso de la niña está en disputa: Primera Hora reporta 287 libras; El Nuevo Día casi 400. Pero ambos coinciden en su estatura: 4’11”. Ninguno, sin embargo, ha aprovechado la ocasión para hablar del alarmante problema de salud pública que es la obesidad.

Lo mismo pasa con otra noticia de esta semana: la de la ingeniera que de madrugada y bajo los efectos del alcohol se quedó dormida al volante de su carro y mató a tres peatones en Aguadilla. La opinión pública ha demostrado tener sentimientos encontrados al respecto. Unos le cogen pena a la ingeniera; otros escuchan a los primeros y gritan "double-standard"; otros se sienten en la obligación de recordarle al país que los ingenieros también son seres humanos (a diferencia de los médicos y abogados; esos sí que son unos depredadores, parecería ser la lógica).

Hay un detalle que ha pasado bastante por desapercibido y me lo señaló una amiga el otro día. El turno de trabajo de la ingeniera ese día había sido de 8:00 a.m. a 10:00 p.m., en una empresa en la que se fabrican cosas para Hewlett Packard. Haber trabajado 14 horas no la exime de responsabilidad por sus actos. Pero, me pregunto yo, cuánta responsabilidad tiene el patrono en todo esto. Segundo problema de salud pública del que no se habla (I wonder why) en Puerto Rico: la explotación laboral.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

bebio.
se emborracho.
mato a tres personas e hirio a otras.
fuck that!
pa chirola es que es.
por el puto ay bendito es que estamos jodios.

12:25 a.m.  
Blogger Bohemia6 dijo...

De todas las opiniones que he oído ésta es de las más inteligentes. Claro, está muy mal guiar borracha pero este parece un caso de una terrible mezcla de alcohol y cansancio. A eso añádele toda una cultura de la bebelata, además de una patética ausencia de transportación pública eficiente como BARATA (los taxis cuestan un ojo de la cara) y tenemos el resultado. Hay múltiples razones por las que los boricuas bebemos en exceso. La explotación laboral es claramente una de ellas.

1:22 p.m.  

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