THE EMPIRE STRIKES BUILDING*
A la verdad que este país es bien charro. A las tres de la tarde de ayer, estaba en un café, comiéndome un sándwich, cuando en el televisor salió la noticia de la avioneta que había chocado con un edificio. En menos de un minuto, dos de las meseras ya se estaban dando un abrazo de consuelo ante el aparente ataque terrorista. Pero lo que más me llamó la atención era que una de las meseras era una venezolana que de seguro vivió los sucesos de 9-11 desde la comodidad de la casa de sus padres en Caracas y que ahora vive en Nueva York porque desde chiquita su sueño ha sido ser actriz.
Confieso que me impresioné, pero por tres minutos. No por la venezolana consternada de que su nueva patria estaba bajo ataque de musulmanes chavistas, sino por el suceso del avioncito. Tres minutos fue lo que nos tomó a todos en aquel café entender que ningún terrorista es tan estúpido como para llevar a cabo un ataque tan insignificante. Un ataque de esa magnitud sólo se le hubiera ocurrido a un pelotero de grandes ligas.
CNN tuvo el jodío visual de los cuatro apartamentos en llamas como por dos horas. Hasta que se dieron cuenta de que todo había sido un accidente que, para acabar de abonar a la absurdez del suceso, involucraba a un pitcher de los yanquis. Volví a ver la televisión como a eso de las nueve de la noche. De lo único que se hablaba era del jodío pitcher. Olvídese de que una avioneta logró penetrar el espacio aéreo de Manhattan y para colmo chocar con un edificio. "That’s soooo 3 p.m.", pensé. Ahora la noticia era el pobrecito pitcher que –bendito- era un apasionado de la aviación.
Siento mucha compasión por todos los productores de televisión que ayer tuvieron un día de pinga. Primero, choca el avión. A joderse llamando a expertos de aviación, seguridad nacional, a los empleados del aeropuerto de donde despegó el avión, etc. Pero luego, un yankee muerto. Entonces, a joderse llamando a cuanto pendejo conoció al occiso. Para todos esos productores (y productorcitos), this post’s for you.
*De niño, pensaba que el nombre del Empire State Building era el Empire Strikes Building. De más está decir que esto era una deformación morfológica producto de haber visto Star Wars demasiadas veces. The empire states back.
1 Comentarios:
Me gustó mucho este post, pero sobre todo tu recuerdo. El Empire State Building fue muy importante en mi infancia también. Aunque no vine a entender hasta bastante vieja que el edificio se llamaba "empire" y que "the Empire State" es el apodo de Nueva York, uno de mis "thrills" más grandes de mi infancia (y el más patético de la infancia de cualquier niño que haya vivido sobre la faz de la tierra) era ir a una tiendita que había allí que nada más vendían cosas de Betty Boop.
El otro, más interesante, era ir a absolutamente todas las máquinas de las tiendas de Steinway Street, en Astoria, Queens, mientras mi abuela miraba y echaba pesetas, bajo el frío de enero o el calor de julio, ambos neoyorquinos, y tú sabes lo que eso significa.
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