sábado, noviembre 05, 2005

EN BABIA

La primera vez que fumé marihuana fue en enero del 2001; tenía 27 años. Fue en casa de una amiga que vivía en el Viejo San Juan, el fin de semana de la San Sebastián. En realidad, ésa no fue la primera vez que fumé, pero sí la primera vez que sentí algo al hacerlo. No me atrevería a decir que me arrebaté. Me dio pavera, pero no recuerdo haber tripeado. Esa noche dormí en casa de la jeva con que estaba saliendo en ese momento. Recuerdo que, ya en la cama, me puse paranoico y hasta me freakié. Me vine a tranquilizar al día siguiente cuando la amiga cuya casa fue testigo de mi primera fumata, me explicó que ése puede ser uno de los efectos del pasto.

Hace poco más de un año, me encontré fumando con tres amigos en la placita de Humanidades. Esto fue años después de haberme graduado de la UPR. Era un sábado y no había casi nadie en el área. Ya arrebatado, le propuse a mis amigos que fuéramos a la Colección Puertorriqueña de la Lázaro. Así es mi trip, sorry.

Mi mente arrebatada se acordó de un pasaje sobre el pasto que aparece en una novela de los años cuarenta, y quise compartirlo con amigos narcómanos. Saqué “En Babia” de José I. De Diego Padró, y lo leímos en una de las mesas. Después, creo que sacamos un microfilm de un periódico de los setenta. Hubiéramos visto otros si no hubiera sido porque la biblioteca estaba a punto de cerrar.

Mi amigo, y colega bloquero, Rafael Plazaola es el que, con un post en su blog, me ha hecho acordarme de aquella sesión en la UPR. Hoy hablaba con él sobre De Diego Padró. Estoy de acuerdo con Plaza en que hay una correspondencia bastante clara entre el autor de “En Babia” y Edgardo Rodríguez Juliá. De hecho, Rodríguez cita directamente a De Diego Padró en su reciente y estupendo libro “San Juan. : Ciudad soñada”.

Sin embargo, es escandaloso lo poco que se valora la obra de Diego Padró. Después de leer lo que le dijo Enrique Laguerre a Plaza, creo que esta indiferencia se deba a razones políticas. La historia, como bien sabemos, la escriben los vencedores, en este caso los Antonio S. Pedreiras, Jaime Benítez y Enrique Laguerres de la vida. Los borrachones, degenerados y locos suelen ser no más que coloridas notas al calce. Éste es el caso de Palés y de su íntimo amigo De Diego Padró. Pero ni a hablar de escritores más recientes que han sido marginados por razones que no tienen que ver con lo que escriben. Me vienen a la mente Manuel Ramos Otero, José María Lima y Pedro Pietri, libra por libra, los mejores escritores boricuas de los últimos cuarenta años.

Hace unos años, a instancias de un amigo y con la ayuda de otros, traté de armar una lista de los mejores novelista puertorriqueños de todos los tiempos. Esta tarea es más difícil de lo que uno se cree pues en la literatura boricua, la mayoría de los escritores más reconocidos son poetas o cuentistas.

No recuerdo qué orden tenía la lista, pero trataré de reconstruirla a continuación.

Top Ten Puerto Rican Novelists:

10. Wilfredo Matos Cintrón
9. César Andreu Iglesias
8. Pedro Juan Soto
7. Magali García Ramis
6. Mayra Santos Febres
5. José I. De Diego Padró
4. Mayra Montero
3. Emilio Díaz Valcárcel
2. Luis Rafael Sánchez
1. Edgardo Rodríguez Juliá

Menciones honorarias a:
Eugenio María de Hostos
Ramón Emeterio Betances
René Marqués

Premio Julio Cortazar a la mejor novela experimental:
Manuel Ramos Otero, por La Novelabingo

Close but no cigar (o aún siendo evaluados):
Rafael Acevedo
Manuel Abreu Adorno
Luis López Nieves
Marta Aponte Alsina
Josean Ramos
Kalman Barsy

Considerados, pero felizmente excluidos:
Enrique Laguerre
Manuel Zeno Gandía
Manuel Alonso
Rosario Ferré
Olga Nolla
Esmeralda Santiago
Losada, el de la Patografía

Estamos esperando la 1ra de novela de:
Juan López Bauzá
Pedro Cabiya
Rafa Franco
Pepe Liboy
Guillermo Rebollo Gil
Urayoán Noel
Marcos Pérez Ramírez
Ana Lydia Vega
Juan Carlos Quiñones
The Information Soldier

Dios nos libre de que a estos cinco se les ocurra escribir una novela:
Joserramón Melendes
Eric Landrón
Etnairis Rivera (a menos que sea su autobiografía erótica)
Silverio Pérez
Rafael Plazaola (self-appointed)

Próximamente, estaremos publicando otras listas, a ver si los artistas y escritores del patio cogen vergüenza de una vez y por todas.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Ahhh.. el pasto..
la primera vez q fumé fué hace un año atras. Realmente... me aburre el arrebato. JAJAJJA

9:45 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

y la primera novela de Ariel Frieda por supuesto. Un moto a nombre de Frieda, a ver si el humo hace que aparezca ese diamante de nuestras letras.

3:44 p.m.  

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