LA GRAN DEBACLE 1

La canción tema para esta semana “chez l’hirsute” es “The End”, de The Doors. Me estoy preparando psicológicamente para la Gran Debacle que, si Dios quiere, acaecerá en Puerto Rico a partir del lunes, primero de mayo. “Ride the snake” es el consejo de Jim Morrison para los boricuas en este momento de crisis. Soy de los que lleva muchos años pensando que lo que este país necesita es tocar fondo. La posibilidad de que toquemos fondo como país la semana que viene es algo que me llena de entusiasmo. Me tranquiliza saber que, en el peor de los casos, tengo mi pasaporte al día y dinero suficiente como para montarme en un avión en dirección a algún país en donde mis deudas no sean un issue. Leo en el periódico de hoy que, de no resolverse el impasse entre el gobernador y la legislatura, el lunes que viene el Departamento de Educación mandará para la casa a todos los maestros y estudiantes. Lo mismo pasaría en la mayoría de las agencias del gobierno central. La prioridad del gobierno es mantener funcionando a la Policía, el Departamento de Corrección y el Centro Médico. En otras palabras, a partir del lunes, la infraestructura administrativa de Puerto Rico estará a la par con la de Guantánamo. Las posibilidades literarias de todo esto son enormes. Ayer mismo estaba en un colmadito de barrio en San Sebastián del Pepino. No era ni el mediodía. Un hombre estaba pagando cuatro Budweisers que ya se había tomado, más una que se estaba llevando para la calle. Miró la portada del periódico y le dijo a la señora del colmadito: “Ya mismo vamos a tener que usar las mano para que los legisladores entren en razón.” Yo no sé a ustedes pero a mí me excita sobremanera la idea de que una jauría de doños borrachos del campo linchen a José Aponte. Es el tipo de cosa que en un anuncio de MasterCard sería “priceless.”