A NIGHT AT THE ROXBURY
La otra noche tuve una de las experiencias más surreales de mi vida. Iba con M. para una fiesta de escritores en un apartamento del edificio El Monte Sur. Vamos, la íbamos a “crashear”; conocíamos a par de gente que iba a estar allí, pero no al dueño. Pero que se joda. Llegamos, nos parqueamos, entramos al edificio y subimos hasta el piso que era; nos salimos del ascensor y caminamos hacia la fiesta, dejándonos llevar por el ruido que salía de ella. En el pasillo, frente al apartamento, había un grupito, con una que otra cara conocida. Saludamos, nos presentamos, y entramos. Adentro, me encuentro más gente conocida, saludo, me presento. Me encuentro a la que fue mi amor platónico en high school. Eso sí que me coge por sorpresa. Pero la saludo; ella me presenta a su marido, mucho gusto, es un placer. Es entonces que miro a mi alrededor y me pregunto dónde está la gente que esperaba encontrar en la fiesta. No los veo. Sin embargo, veo caras conocidas. Y ellos también me conocen, algunos hasta hacen el aguaje de estar contentos de verme, qué bueno que viniste, me dicen. Voy a la cocina y le pregunto a la hermana de un amigo: “Oye, ¿este es el apartamento de Karen?” Y ella me contesta: “No, éste es el apartamento de Elisa”. Claro que yo sé quién es Elisa, cogió clase conmigo en la universidad, pienso. Pero hay algo que no cuadra. Le pregunto a la chica: “¿Qué número es este apartamento?”. Y ella: “El 1508.” Y yo digo: “¿O sea que éste no es el 1540?”. Sin pensarlo dos veces, fui adonde M., que ya había sacado una cerveza de la nevera, y le dije: “Vámonos que estamos en la fiesta que no es.”
1 Comentarios:
esos dos artistas que salen en el poster son unos lerdos... no me gusta ninguno de los dos.
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