TRUE STORY

En el vestíbulo de donde trabajo hay dos computadoras que están allí para que quien quiera “internetear” así lo haga. Hoy, a la hora de almuerzo, me dio con chequear mi e-mail. Pude haber ido a mi cubículo pero eso me hubiera tomado más tiempo (en lo que me logueaba al sistema, etc.). Así que decidí usar uno de los terminales públicos. Tan pronto me senté vi que quien había estado usando la compu antes que yo había dejado abiertas varias ventanas del browser. Casi inmediatamente, un hombre de mediana edad, para colmo cojo, se levantó de una butaca cercana y caminó lo más rápido que pudo (dije que era cojo) hasta donde yo estaba. De inmediato, caí en cuenta de que este hombre fue el necio que dejó las ventanas del Explorer abiertas. Mientras el tipo (que no dudó en quitarme el mouse de la mano) cerraba las páginas de internet que había dejado abiertas, no pude evitar notar el contenido de las mismas. Clickee aquí para ver lo que estaba viendo el tipo.