I NEED A HERO
Sin duda, el 2005 fue un año importante para el reggaetón. Fue el año en que se internacionalizó, pero también en que se domesticó. Hace unos días, me llamó la atención el que, en la encuesta de Primera Hora, una señora expresaba su desacuerdo con que Calle 13 fuera el portavoz de la campaña anti-tiros al aire del gobierno. Decía la doña que “Daddy Yankee hubiera sido mejor porque el sí es un buen ejemplo para la juventud”. ¿Habrá escuchado bien esa señora todas las canciones del Cangri? Pero bueno, más allá de mi cinismo, la señora tiene razón. A los reggaetoneros les ha dado por venderse como modelos para la juventud. Éste es el caso del Cangri, pero también del Bambino, el Father, et al. Tego ha tratado de mantener su edge, pero no nos olvidemos de que sacó una versión child-friendly de su primer disco. Todo sea por también venderle discos a los cristianos que son muchos.
En ese contexto es que, a mediados de este años, apareció el Residente Calle 13. Es increíble la rapidez con la que este chamaco, malhablao y libidinoso, se ha convertido en una celebridad. Se dio a conocer hace apenas tres meses cuando salió a la luz pública su “Querido FBI”, tema que compuso en reacción al asesinato de Filiberto Ojeda. Desde entonces, ha sido lo que en inglés se conoce como un "media darling". Fueron precisamente los medios de comunicación los que, esta semana, se encargaron de crear toda una controversia en tornó a su figura. Si hay algo que la prensa de este país hace con ejemplar efectividad es encontrar polémicas donde no las hay. Así las cosas, se ha cuestionado el que se use para una campaña anti-balas a un artista que, a juzgar por “Querido FBI”, estimula la violencia. Si seguimos esa lógica, habría que cuestionar el que Madonna participe en campañas a favor del sexo seguro, pues, como todo el mundo sabe, ella es una depravada que de seguro estimula la homosexualidad. Como suele suceder, la cobertura noticiosa ha venido acompañada de una avalancha de cartas a los periódicos, la gran mayoría de ellas escritas por algunas de las mentes más retrógradas del país.
Los progre también se han querido manifestar sobre el tema. Estos no le perdonan al Residente Calle 13 el que le haya echado el brazo a Aníbal Acevedo Vilá. Pareciera que, en la opinión de estos críticos, el Residente Calle 13 ha ido, en menos de tres meses, de la gran esperanza blanca a un lechón que sólo quiere vender discos. Tengo la impresión de que estamos ante un rollo que va más allá de lo ideológico. Hay personas para las que ver una foto del Residente junto a Aníbal ha sido casi como encontrar a la esposa de uno en la cama con otro. Es como único se explica una reacción tan pasional. ¿Así de exigentes, celosos y posesivos somos con nuestros héroes? ¿O es que tan faltos estamos de ellos? ¿O será que, como buenos Jedis, tenemos miedo de que el Residente, cual Anakin Skywalker, termine entregándose al lado oscuro de la fuerza y trabajando para el Emperador?