sábado, diciembre 31, 2005

I NEED A HERO


Sin duda, el 2005 fue un año importante para el reggaetón. Fue el año en que se internacionalizó, pero también en que se domesticó. Hace unos días, me llamó la atención el que, en la encuesta de Primera Hora, una señora expresaba su desacuerdo con que Calle 13 fuera el portavoz de la campaña anti-tiros al aire del gobierno. Decía la doña que “Daddy Yankee hubiera sido mejor porque el sí es un buen ejemplo para la juventud”. ¿Habrá escuchado bien esa señora todas las canciones del Cangri? Pero bueno, más allá de mi cinismo, la señora tiene razón. A los reggaetoneros les ha dado por venderse como modelos para la juventud. Éste es el caso del Cangri, pero también del Bambino, el Father, et al. Tego ha tratado de mantener su edge, pero no nos olvidemos de que sacó una versión child-friendly de su primer disco. Todo sea por también venderle discos a los cristianos que son muchos.

En ese contexto es que, a mediados de este años, apareció el Residente Calle 13. Es increíble la rapidez con la que este chamaco, malhablao y libidinoso, se ha convertido en una celebridad. Se dio a conocer hace apenas tres meses cuando salió a la luz pública su “Querido FBI”, tema que compuso en reacción al asesinato de Filiberto Ojeda. Desde entonces, ha sido lo que en inglés se conoce como un "media darling". Fueron precisamente los medios de comunicación los que, esta semana, se encargaron de crear toda una controversia en tornó a su figura. Si hay algo que la prensa de este país hace con ejemplar efectividad es encontrar polémicas donde no las hay. Así las cosas, se ha cuestionado el que se use para una campaña anti-balas a un artista que, a juzgar por “Querido FBI”, estimula la violencia. Si seguimos esa lógica, habría que cuestionar el que Madonna participe en campañas a favor del sexo seguro, pues, como todo el mundo sabe, ella es una depravada que de seguro estimula la homosexualidad. Como suele suceder, la cobertura noticiosa ha venido acompañada de una avalancha de cartas a los periódicos, la gran mayoría de ellas escritas por algunas de las mentes más retrógradas del país.

Los progre también se han querido manifestar sobre el tema. Estos no le perdonan al Residente Calle 13 el que le haya echado el brazo a Aníbal Acevedo Vilá. Pareciera que, en la opinión de estos críticos, el Residente Calle 13 ha ido, en menos de tres meses, de la gran esperanza blanca a un lechón que sólo quiere vender discos. Tengo la impresión de que estamos ante un rollo que va más allá de lo ideológico. Hay personas para las que ver una foto del Residente junto a Aníbal ha sido casi como encontrar a la esposa de uno en la cama con otro. Es como único se explica una reacción tan pasional. ¿Así de exigentes, celosos y posesivos somos con nuestros héroes? ¿O es que tan faltos estamos de ellos? ¿O será que, como buenos Jedis, tenemos miedo de que el Residente, cual Anakin Skywalker, termine entregándose al lado oscuro de la fuerza y trabajando para el Emperador?

NO DISPARE AL AIRE; DISPARELE A CALLE 13

No dejen de leer el provocador comentario de Tomás Redd en Estruendomudo sobre la participación de Calle 13 en la campaña gubernamental en contra de los tiros al aire. Tengo mis diferencias con la opinión del amigo Redd, pero de eso hablaremos en el 2006. Feliz año nuevo.

jueves, diciembre 29, 2005

UN INVIERNO EN PARIS


Estas navidades, o lo que van de ellas, han estado lentas. Eso me ha dado tiempo para pensar en cuáles han sido mis navidades más memorables. Tres me vienen a la cabeza: las del 98, las del 2002 y las del 2003. Ya hablé de las del 2002 (ver post sobre viaje a Brasil). Hoy hablaré de las del 98.

Las navidades de ese año las pasé en Europa, específicamente en Francia y España. Mi novia para aquel entonces estaba estudiando en París y yo fui a visitarla. Estuve un total de tres semanas, dos de ellas en París y una entre Madrid y Barcelona. Durante ese viaje fue que me enamoré definitivamente de París. Confieso que al principio la odié. Yo venía haber de vivido en Nueva York y no podía bregar con cosas como que no hubiera donde comer después de las once de la noche o que todo estuviera cerrado los domingos.

La gran diferencia entre Nueva York y París es la siguiente. Nueva York es una ciudad que se ajusta a uno. Es decir, Nueva York será todo lo que uno quiera que ella sea. París, no. Uno es el que tiene que ajustarse a la ciudad. París tiene la arrogancia de una ciudad en la que las cosas se han hecho de la misma forma por siglos y que no tiene planes de cambiar. En otras palabras, Niuyores hay muchos, tantos como las idiosincrasias de sus habitantes, pero París sólo hay una.

No fue sino hasta casi el final de mi viaje que empecé a disfrutar de los placeres que depara el Viejo Mundo a cualquiera que esté dispuesto a aceptar sus términos y condiciones. Fue casi al amanecer. Mi novia y yo habíamos estado despiertos toda la noche y a las seis de la mañana teníamos hambre. Bajé a la boulangerie de la esquina a comprar medio baguette y unos cuantos croissants. Aquellos croissants estaban acabados de hacer y sabían a gloria. Esa mañana, afuera todavía era de noche, entendí que el encanto de París está en las cosas más simples.

viernes, diciembre 23, 2005

BLAME IT ON RIO

Esto de tener un blog me ha venido como anillo al dedo. Digo esto porque, de un tiempo para acá, me ha dado con ver mi vida como una novela, siendo yo su protagonista (y, por supuesto, su narrador). Esto quiere decir que los sucesos en mi vida son evaluados (y valorados) en base a su literariedad. En ese sentido, no deja de sorprendreme cómo el universo conspira para que siempre tenga material para este blog. Mañana, por ejemplo, se cumplen tres años del viaje que hice a Brasil. La historia de ese viaje es la siguiente. En noviembre de ese año, yo me dejé de mi novia. Decidí que mi forma de bregar con la ruptura iba a ser yéndome de vacaciones en diciembre. Mi lugar de trabajo iba a cerrar por dos semanas y eso me daba tiempo suficiente para una escapadita. Me metí en orbitz y empecé a poner destinos exóticos en el buscador. Investigué los precios para viajar a lugares tan remotos como Dakar o Casablanca. En esas estaba cuando descubrí una oferta de Copa a Sao Paulo. Si mal no recuerdo el pasaje era algo así como $650. Mi hermanó y un amigo suyo se sumaron a la aventura.


Estuvimos un total de diez días, sin contar los dos días de viaje. Primero estuvimos en Sao Paulo, pero al ver que todo el mundo se había ido para la playa a veranear, alquilamos un carro y cogimos calle en dirección al pueblito costero de Parati, una villa pesquera que data del siglo XVII. Allí estuvimos tres días antes de seguir nuestro camino a Rio donde despediríamos el año junto a dos millones de personas en la playa de Copacabana. Para mi hermano y su amigo, la mejor parte del viaje fue Parati; para mí, fue Rio. Cuando viajo no me gusta ser turista; trato, más que nada, de hacer las cosas que haría normalmente en Puerto Rico. Es mi forma extraña de acercarme a lo que sería vivir en ese lugar. Los días se me iban en cosas como leer el Jornal do Brasil mientras me tomaba el café del desayuno, visitar una estupenda librería en Ipanema, ir al cine (vi El Gran Dictador, de Chaplin), almorzar pizza a la brasileña en algún Sindicato de Chopp. Pero lo más que hice fue caminar por sus aceras cubiertas de mosaicos. Despedimos el 2002 a pocos pies del agua en Copacabana. En varios puntos de la playa había tarimas gigantes; en una de ellas tocaba Jorge Ben. La toma de posesión de Lula fue al día siguiente. Todo era muy raro, pero muy familiar. Me fui de Brasil pensando que Brasil es como Puerto Rico, pero a la quincuagésima potencia. Cuando en Puerto Rico me preguntaban que qué me había parecido Brasil, siempre contestaba lo mismo: Después de diez días en Brasil, siento que estoy listo para ir a Brasil.


El único fallo del viaje fue que a las dos semanas de haber regresado a la isla, decidí volver con mi novia. Sólo duramos seis meses más; fue entonces que nos dejamos de una vez y por todas. De eso han pasado poco más de dos años, pero ella todavía me odia. Creo que resiente el que le haya hecho perder esos seis meses adicionales, el que, después de casi dos años de relación, no tuviera planes de casarme con ella. Todo esto lo pensé esta mañana cuando me la encontré por casualidad en La Mallorca. La saludé, pero cuando se fue, se despidió de mi acompañante, sin ni siquiera mirarme. Ya lo dijo Shakespeare: "Hell hath no fury like a woman's scorn." Pero a lo que voy es que yo ya había decidido escribir sobre mi viaje a Brasil. Anoche, le pedí prestadas a mi hermano las fotos que él y/o su amigo tomaron en Brasil (yo no tomé ni una). De todas las fotos, sólo encontré tres que sirvieran de algo: dos panorámicas de Rio y una foto indiscreta de una mujer en la playa. Las he usado para ilustrar este post.

LIVING LA VIDA WIRELESS


Escribo estas palabras desde un Starbucks, donde internetear cuesta un café con leche. ¿Cómo es que esta gente hace dinero? Miro a mi alrededor (son las 2:00 p.m. de un viernes) y veo otras dos personas haciendo lo mismo que yo. Hasta ahora, he contado tres empleados (un hombre y dos mujeres) que probablemente ganan veinte centavos la hora. El hombre me tiene cara de gay. De repente, pienso que el personaje de mi próxima película podría ser empleado de Starbucks. Me pregunto si a Starbucks le interesará hacer un product integration en mi película. Pero bueno. Estoy aquí esperando a dos personas con las que me voy a reunir. Ellos fueron los que propusieron este lugar. Yo hubiera propuesto un lugar como Arredo, Danny’s Pizza o La Mallorca. Como es viernes y pasado mañana es Navidad, ando en camisa de vestir, bermudas y chancletas; es un look a medio camino entre slacker y yuppie, adaptado al trópico. Finalmente, me estoy asumiendo como lo que soy: un slacker con aspiraciones de magnate. O sea: alguien incapaz de asumirse ya sea como slacker o como yuppie. Ésa es mi moira, como decían los griegos. Mi angustia existencial está muy ligada a esa incapacidad. Veo, por ejemplo, a mis amigos que son slackers o yuppies plenamente asumidos, y veo en ellos señales de felicidad (sobre todo en los primeros). A veces pienso que es mi ascendente en libra. Los libras son expertos tomando grandes indecisiones. Estoy indeciso, por ejemplo, en si irme o quedarme de este país. El 2006 será para hacer el dinero que viabilizará mi escapatoria. En esencia, ésa es mi resolución para el 2006.

jueves, diciembre 22, 2005

FIN DE SEMANA EN LA ROMANA


En días recientes me he enterado de que La Romana, en República Dominicana, ha substituido a Dorado y Palmas del Mar como el “playground” de los puertorros con chavos. ¿Alguien sabe algo de esto?

miércoles, diciembre 21, 2005

LA HISTORIA INTIMA


Me place informarles que La Insula Hirsuta ahora tiene un hermanito. Me refiero aLa Historia Intima, un nuevo blog "from the makers of la Insula." Desen la vuelta. Es lo que me imagino que se podría llamar un blog participativo. No les cuento para que se den la vuelta. Sólo clickea aquí.

lunes, diciembre 19, 2005

EN UNA INSULA DESIERTA


Invito a los lectores de la Ínsula a contestar las siguientes tres preguntas:

1. ¿Qué cinco discos se llevarían a una isla desierta?
2. ¿Qué cinco libros?
3. ¿Qué cinco películas?

Pueden publicar las respuestas en la sección de comentarios. A continuación, las respuestas de dos lectores.

Anónimo dice:

“yo me llevaría the good, the bad and the ugly en el que lavoe, colon y blades (en un cameo) participan, también uno de yoyoma para dormir a pesar de los mosquitos...can, un grupo alemán de los 70´s...van tres...bueno...hay electricidad en esa isla desierta?...pensemos que sí...errrr...llegó la banda, botando salsa...una antología de bob dylan...llevo cuatro...el cd navideño de papá candito. ya.

“libros...el ingenioso hidalgo, claro, es gorísimo y mata el tiempo y sirve para matar animales y comérselos usando dos o tres capítulos de papel combustible y sobra. ehhhh, tres tristes tigres de cabrera infante porque es gracioso...la biblia, por lo mismo que el quijote....llevo tres...una antología de Hans magnus Enzenberger...y la razón cínica de sloterdijk, digo..uno es cínico siempre...aun estando solo.

“películas, que me perdonen, estoy solo en una isla...cinco películas protagonizadas por brittney skye, mi actriz porno favorita.”

Lababeldelmangle dice:

“1. ¿Qué 5 discos se llevaría a una isla desierta? Voy a meter la mano en el hueco a lo loco:
Héctor Lavoe, Comedia; Cruz y Colón, Only They Could Have Made This Album; Sonora Ponceña, Musical Conquest; Marvin Santiago, Siempre enciende y para no olvidar los días de jueyita: Queen, Live Killers. (En la mochila están escondios Asalto Navideño 1 y 2)
2. ¿Qué 5 libros?
Altazor; Ferdydurke; Palés, Poesía completa; Virgilio Piñera, Poesía completa y El desprecio de las masas de Peter Sloterdijk paentendel la moronidad. "Déjala ahí. Yo llevo esa neverita: Obras de Walter Benjamin".
3. ¿Qué 5 películas?
Mullholand Drive; Vértigo; Mar adentro; Kill Bill 1 and 2 (Vienen en la misma caja) y The Village (mangle es). Sorry, pero debajo de la mezcla de sanguiches: Batman Begins.”

domingo, diciembre 18, 2005

PON PAL CIELO


Con su caminar elegante y pausado, Raúl Rivera Ojeda fue desde su cubículo en la sección cultural hasta la oficina del director del periódico. Se sentó en una de los dos butacas frente al enorme escritorio de su jefe y, antes de hablar, hizo una pausa dramática.

-Se acaba de morir Borges. –dijo con una solemnidad que rayaba en la lascivia. Era el 14 de junio de 1986 y el escritor argentino había muerto en Ginebra de cáncer en el hígado.
-¿Quién va a escribir la nota? –preguntó su jefe sin levantar la vista de lo que estaba haciendo.

Para Rivera Ojeda, no había nada más excitante que escribir los obituarios de gente famosa, sobre todo los de grandes escritores latinoamericanos. Así era cómo podía olvidarse de que era un mero redactor de la sección cultural de un periódico puertorriqueño y, por un instante y en dos cuartillas, estar al mismo nivel de los grandes maestros de la literatura, pensar que era uno de ellos.

-No te preocupes, que yo la voy a escribir. -contestó orgullosamente.
-Tienes media hora. -concluyó su jefe.

Rivera Ojeda salió de la oficina de su jefe y con el mismo caminar elegante y pausado atravesó la redacción y llegó hasta el baño de caballeros, uno de esos baños pequeños que sólo acomodan a una persona a la vez. Se paró frente al espejo y procedió a masturbarse. Lo hizo con los ojos cerrados, aunque de vez en cuando los abrió para mirarse en el espejo. Vernirse en el lavamanos le tomó un minuto y doce segundos. Luego se limpió las manos con agua y jabón, se las secó en una secadora y salió del baño como si nada hubiera pasado. Regresó a su escritorio y empezó a escribir el obituario de Borges.

viernes, diciembre 16, 2005

HOMENAJE ANTROPOFAGO A OSWALD DE ANDRADE


Só a Antropofagia nos une. Socialmente. Economicamente. Filosoficamente.

Única lei do mundo. Expressão mascarada de todos os individualismos, de todos os coletivismos. De todas as religiões. De todos os tratados de paz.

Tupi or not tupi that is the question.

Contra todas as catequeses. E contra a mãe dos Gracos.

Só me interesa o que não é meu. Lei do homem. Lei do antropófago.

Estamos fatigados de todos os maridos católicos suspeitosos postos em drama. Freud acabou com o enigma mulher e com outros sustos da psicologia impressa.

O que atropelava a verdade era a roupa, o impermeável entre o mundo interior e o mundo exterior. A reação contra o homem vestido. O cinema americano informará.

Filhos do sol, mãe dos viventes. Encontrados e amados ferozmente, com toda a hipocrisia da saudade, pelos imigrados, pelos traficados e pelos touristes. No país da cobra grande.

Foi porque nunca tivemos gramáticas, nem coleções de velhos vegetais. E nunca soubemos o que era urbano, suburbano, fronteiriço e continental. Preguiçosos no mapa-múndi do Brasil.

Una consciência participante, una rítmica religiosa.

Contra todos os importadores de consciência enlatada. A existência palpável da vida. E a mentalidade pré-lógica para o Sr. Lêvy-Bruhl estudar.

Queremos a Revolução Caraíba. Major que a Revolução Francesa. A unificação de todas as revoltas eficaces na direção do homem. Sem nós a Europa não teria sequer a sua pobre declaração dos direitos do homem.

A idade de ouro anunciada pela América. A idade de ouro. E todas as girls.

Fragmento del Manifesto Antropófago (1928), de Oswald de Andrade (Brasil, 1890-1954).

RUBEN BLADES VERSUS CALLE 13


El buen amigo Chuma me ha envíado por e-mail su reacción a la analogía que hice entre Rubén Blades y Calle 13. Chuma es, a sus veintitantos, una joven autoridad en el tema de la salsa, reconocido como tal por el Buho Loco y otros iconos de la cultura salsera. Es producto de una familia cialeña cuya afición por la salsa raya en lo patológico. Dentro de esta salsomanía, ninguna figura merece mayor pleitesía que la de Rubén Blades. Me ha autorizado a publicar su mensaje.

“Aunque sé que te veré pronto, tengo que reaccionar. Acabo de leer tu cuestión de las analogías en el blog, chévere. Pero calle 13!!!!!!!!!! Mano ese tipo es un mamao bien producido, o bien construido... es un jodío embuste... Sí, influye en mi reacción la comparación con Ruben, pero es más que eso... El tipo es un mamao. Flow?... Letra?... Me perece que es algo demasiao pretencioso y que ha cojío de pendejo a to el mundo (te incluyo)... dejo espacio a la duda de que sea realmente un tripeo de él, pero no le creo... es que aquí a cualquier pendejo se lo maman rápido (no hablo necesariamente de ti, tu criterio a veces me sorprende) y creo que lo peor que ha hecho, de lo que he escuchado, es la mierda de Querido FBI...eso no se coló na'... eso llegó a la estación porque una muchacha lo trajo y dijo que era de parte de él... además hay que tener cojones pa’ ser de Encantada y llamar a la gente de los caceríos y barrios a levantarse a a pelear...cabrón!... (complejo de clases, verdad?)...”

Procedo a defender mi argumento. Lo primero que tengo que decir es que mis analogías no están basadas en eso que se puede llamar talento, sino en lo que yo llamaría valor cultural, es decir, lo que cada uno de esos artistas representa dentro de su género y entorno. Cuando digo que Rubén y el Residente son análogos estoy pensando, por ejemplo, en que 1) ambos son blanquitos interpretando música de negros pobres, 2) ambos se distinguen por tener una consciencia política relativamente superior a la de sus pares, 3) ambos tiene un nivel de educación superior a la de sus pares (Rubén estudió leyes; el Residente hizo una maestría –dizque en ética- en España), y 4) ambos manejan una imagen que es eminentemente clase mediera. Algunos hablan de Calle 13 como el Eminem boricua, pero esa analogía se cae por las razones que esboza Chuma. Eminen es white trash; Calle 13 podría ser niño símbolo del independentismo montesori.

Cuando hace unos años decía que en el reggaetón había espacio para una figura equivalente a Rubén Blade, estaba diciendo que había espacio para una figura blanca y de clase media, que apelará a un público similar. No me extrañaría que el reggaetonero purista aborrezca a Calle 13, así como los hip-hoperos locales aborrecen a Don Omar. Y no es para menos: ¿Qué reggaetonero que se respete se va a sentir atraído por sus pistas vestidas con frases de clarinete y samples sacados del soundtrack de Amelie? ¿O por sus referencias a Coldplay o Green Day? Todo eso apela a ooootro público, en su mayoría, niñas de clase media para arriba, que de seguro ya piensan que el Residente es casi tan lindo como Brad Pitt.

Pero volvamos al asunto del sonido. Las pistas de Calle 13 tienen un buen sentido musical, pero se sienten un poco mongas y hasta aguás, sobretodo al lado de la rabia perruna que tienen las de Luny Tunes y Noriega. Estos últimos producen música para sandunguear, no para ambientar fiestas de blanquitos, mafuteros y/o independentistas. En ese sentido, Calle 13 me da el mismo feeling que en una época me dio Oscar Hernández y su Son del Solar, cuya sección de vientos consistía de un teclado MIDI y un aparato por el cual soplar. La sonoridad de Son del Solar estaba más cerca de un hombre orquesta que la del masacote fania.

Por último, diré algo sobre las letras. No sé cuán sinceras o insinceras son las letras de Calle 13. That is not for me to judge. No obstante, algo me dice que él se cree lo que canta, y no me extrañaría que él vea su arte como una forma de iluminar a las masas. Sé que Chuma nunca me va a perdonar lo que voy a decir, pero, para mí, una canción como “Querido FBI”, de Calle 13, tiene la misma carga política de una canción como el Tiburón, de Blades. Cuando el Residente manda pal carajo a Puff Daddy en “Pi-di-di-di”, está diciendo algo muy parecido a aquella línea de los modelos importados que no son la solución. Si Calle 13 (o cualquier reggaetonero) no canta parábolas urbanas como las que cantaba Rubén Blades es porque a ninguno de ellos se les ha ocurrido. Lo que está de moda es el sarcasmo y el pastiche posmoderno de imágenes y referencias a todo tipo de cosa, desde Pelé a Tony Hawk (ver Tego). Rubén Blades era mucho mas “righteous” y reinvindicativo (de ahí que sea el salsero favorito de los independentistas). Pero eso no quiere decir que, en cualquier momento, los reggaetoneros no puedan salir con algo equivalente a lo que fue Pedro Navaja. De hecho, el “Loiza” de Tego le debe mucho al “Plantación adentro” de Tite en voz de Rubén. Pero bueno, si yo fuera productor de reggaetón (y aquí voy a regalar una idea), yo pondría mi dinero en una ópera-reggaetón, algo parecido a lo que fue Hommy y a lo que ha sido la urban soap opera “Trapped in the Closet”, de R. Kelly. Pero eso requiere un nivel de cultura y talento que no tiene Héctor The Father, pero quizás sí tiene un Tego, un Eddie D, un Gallego, o, for that matter, un Calle 13.

STRANGER THAN FICTION


Ofrezco la siguiente anécdota, no como una condena, tampoco como una burla, sino como una sugerencia a las mujeres. Por favor, eviten este tipo de comportamiento.

El año pasado tuve que ir a Ponce, por razones de trabajo, cinco veces en un mes. Como parte de dichos viajes a la Perla del Sur, tuve un one-night stand con una miembro del gabinete municipal. La cosa se dio de la siguiente manera: un día la conocí, otro día almorcé con ella y otro día me acosté con ella. Sobre la chica puedo decir que estaba en sus “early 30s”, se había divorciado par de años antes y era madre de un niño. Provenía de una de esas familias católicas apostólicas y romanas de Ponce (de esas que invitan al cura a cenar a la casa), pero tras su divorcio se había revelado contra la iglesia. Su película favorita era none other que Under the Tuscan Sun. Con eso lo digo todo. Pues bien, ¿qué me atrajo de ella? Buena pregunta. Supongo que una mezcla de dos cosas: falta de sexo (para esa época estaba en un slump) y morbo (quería saber cómo era estar con una ponceña de Ponce; sé que esto parece una redundancia, pero no lo es: existen ponceñas de San Juan, yo salí con una, pero ése es otro post.) Sigamos. La noche que me acosté con ella empezó como una simple ronda de tragos después del trabajo en el Chilli’s de Ponce (que aparentemente es el centro de comando de la yuppiecería ponceña). Confiado en que iba a anotar un gol jugando fuera de casa esa noche, decidí jugar la carta de la ambigüedad sexual. En algún momento, ella mencionó que en las afueras de Ponce había un club gay y yo le propuse que fuéramos. Ella primero no supo qué pensar, pero al ver que yo lo decía en serio (NOT!) mencionó que, si íbamos a ir, antes tendría que ir a su casa a cambiarse (I was on top of my game). A nuestra salida de Chili’s, tuvimos el siguiente diálogo en el parking.

Ella: ¿De verdad vamos a ir al sitio gay?
Yo: Bueno, no sé, dime tú.
Ella: ¿Qué tu quieres hacer?
Yo: Te voy a ser bien sincero. (Le planto un beso) Eso es lo que yo quiero hacer.
Ella: Mira, tú me caes bien. Yo me prometí a mi misma que no me iba a acostar contigo tan rápido. (Por mi madre que dijo eso)
Yo: Ehhh… Bueno, pues vamos a tú casa para que te cambies.

Llegamos a los walk-ups donde vive, entramos por la puerta y en menos de un minuto ya estamos grajeándonos. Se da entonces el siguiente diálogo:

Ella: Tu y yo no nos vamos a acostar esta noche.
Yo: ¿Y por qué no?
Ella: Porque tú no tienes condones, y no vamos a hacerlo sin condón.
Yo: Hmmm. Y qué pasaría si tuviera.
Ella: Déjate de cosas que tú no tienes.

Acto seguido, me meto la mano en el bolsillo, saco una ristra de dos o tres condones y se los pongo entre las tetas. No recuerdo qué fue lo que dijo, pero su reacción fue de resignación. Digo esto porque lo próximo que hizo fue dirigirme a su cuarto. Una vez en la habitación, me anuncia que antes de que pase cualquier otra cosa, se va a bañar. Yo me quedo en su cama viendo Cartoon Network. Al rato sale del baño vestida con un baby doll azul celeste que probablemente mandó a pedir a Victoria’s Secret. Éste fue su primer cambio de ropa. Se mete a la cama y comenzamos lo que se supone que sea foreplay. En algún momento, me muevo en la dirección del cunnilingus, pero ella rechaza la oferta. Luego, algo pasa que ella entiende que ahora me estoy moviendo en la dirección del fellatio, y me dice: “Yo no te lo voy a mamar, yo casi no te conozco.” Alucinante, pero genial, pienso yo. Así las cosas, no nos queda otra que ir directo al coito. De esa parte, sólo diré que lo que sucedió fue el sexo más mediocre que he tenido en mi vida (all three minutes of it!!!). A los tres minutos, ella se vino (o fingió que se vino) y ya. Game over. Yo estaba bruto. Ella entonces sale de la cama y empieza a buscar ropa para dormir. Éste será su segundo cambio de ropa de la noche. Yo seguía en la cama, todavía en shock, y es en ese momento que la veo abrir una gaveta de su gavetero y sacar un bolsita zip-lock. Al ver mi cara de duda, me dice: “Sí, así como lo ves, yo guardo mis panties en bolsitas zip-lock individuales.” Eh, ¿por qué? “Yo no quiero meter la mano en la gaveta y con una uña rasgar unos panties que me costaron $45.” Uff. No me fui de allí corriendo porque no tenía ganas de guiar una hora y cuarto hacia San Juan a esas horas de la noche. Así que me dormí y le pedí al dios en que no creo, que por favor me protegiera de la psycho que iba a dormir a mi lado. A la mañana siguiente, me desperté y vi que ella ya se había levantado. Salí y me di cuenta de que se había cambiado una vez más (tercer cambio de ropa). Yo le acepté un café, luego me despedí y me fui casi volando. No podía esperar llegar a San Juan y demostrarle a mis amigos y amigas que, efectivamente, truth is stranger than fiction.

miércoles, diciembre 14, 2005

HISTORIAS PAGANAS (INTRO)


Quizás es un buen momento para explicar mi relación “bastante regular” con la familia de mi madre. Lo primero que el lector tiene que entender de mi cuadro familiar, y aquí me refiero a toda mi familia, es que es sumamente bipolar. Es decir, cada lado de mi familia es casi el reverso del otro. Sobre mi familia por parte de padre, puedo decir que 1) son populares de clavo pasao, y 2) es la típica familia decente y sana en la que nadie fuma, bebe en exceso, es adicto a drogas o es abiertamente adúltero. La familia de mi madre es lo contrario. Sobre ella, puedo decir que 1) son penepés rabiosos (en la boda de un primo por parte de madre estuvo Yamil Kourí antes de que lo metieran preso), y 2) es la típica familia nouveau-rich a la que le gusta ostentar (yo digo que son mafiosos wannabís; en serio, si hay una razón por la que me gustan los Sopranos es porque me recuerdan a ese lado de la familia.) Puedo decir también que son burdamente clasistas, racistas, machistas, homofóbicos y adúlteros. Estos, mis amigos, son los Pagán. Permítanme hacer brevemente la historia de mi abuelo, el Dr. Pagán, que es el patriarca de esta familia, el Don Corleone. Mi abuelo nació en Barranquitas. Es uno de esos jíbaros altos, rubios y de ojos claros que todavía se ven en los pueblos de la isla. La historia de mi abuelo es la historia clásica del chamaco de pueblo, que estuvo en la II Guerra Mundial (estuvo en Okinawa, y hasta dónde yo sé no pisó el campo de batalla), y luego, gracias a G.I. Bill, se fue a estudiar, en su caso, medicina a Temple y el resto, como quien dice, es historia. Poco a poco, en virtud de su práctica médica y su tacañería se hizo de dinero y lo supo invertir en propiedades. Mi abuelo es muy conocido en el área de Caparra Heights y Las Lomas, donde tuvo su consultorio. Por muchos años, él y su familia vivieron en la urbanización San Francisco. La casa de la calle Violeta era un museo del mal gusto. Recuerdo que en las paredes había reproducciones de la Mona Lisa y de las Meninas de Velásquez, entre otras obras maestras. Las paredes también estaban decoradas con cuanta placa habida y por haber del Club de Leones, el Rotario y los Kiwanis (whatever they are); si hay algo que para mí representa a los nouveau-rich son esas placas. Bueno, y los carros. En casa de mi abuelo, siempre hubo carros tipo Ford Thunderbird y Lincoln. Me refiero a aquellos carros de los ochenta que eran ridículamente largos y que se parecía al batimóvil, pero aún más tacky. No debo dejar de mencionar que en casa de mi abuelo siempre hubo una empleada doméstica “de las islas”, que dormía en un cuarto del sótano de la casa. Recuerdo una que era de St. Kitts; no recuerdo su nombre, sólo recuerdo que fue ella quien me enseño dónde quedaba Puerto Rico en un globo terráqueo. La casa de mi abuelos tenía detrás lo que en el argot familiar siempre se llamó una “finca”, en la que mi abuelo sembraba todo tipo de fruto menor, demostrando que puedes sacar al chico de barranquitas, pero no a barranquitas del chico. Una cosa que debo decir es que cuando el hermano de mi madre se casó, en vez de irse a vivir a casa propia, por alguna razón decidió quedarse viviendo en casa de mis abuelos. Allí vivió, junto a su esposa y dos hijos, por más de veinte años. No fue sino hasta 1986, justo después de la muerte de mi abuela, que se mudaron finalmente a una casa propia. Ese hermano de mi madre, el único que tiene, es también mi padrino. Él es Tony Soprano. Y su esposa, mi madrina, una copia exacta de Carmela Soprano. Pero no se lo digan a él. Él jura y perjura que él es Michael Corleone. De hecho, se coge muy en serio su rol de “padrino”. Pero bueno, cuando decía anteriormente que los Pagán son ostentosos, estoy hablando de que mi padrino siempre ha tenido una Corveta en la marquesina y una lancha, primero en Dos Marinas y ahora en Puerto del Rey. Es abogado y durante los ochenta usó esa joya de la moda masculina que es la mariconera. Usaba botínes y por mucho tiempo llevó arma amarrada a la batata. Recuerdo que una vez un caco le robó la mariconera y él se le fue detrás con la pistola en mano. Además del hijo y la hija que tuvo con mi madrina, tuvo un tercer hijo con una corteja. Su familia lo sabe, pero hasta al día de hoy se lo resiente, al punto de que su relación con el pobre chamaco, que ahora tiene veintitantos, se da a escondidas de su familia legítima. Aún así, decidió ponerle el mismo nombre que a su otro hijo, que dicho sea de paso es el mismo nombre de él y de mi abuelo. Hace poco llamó a mi padre para que por favor moviera una pala y lo metiera en la misma escuela graduada a la que fue su primer hijo (el chamaco fue aceptado instantáneamente). Una cosa que me da gracia es que este hijo le salió roquero malo, pero más que nada independentista (no como el otro que se casó con la hija de un penepé corrupto). A cada rato me lo encuentro en San Juan. Siempre tiene alguna camisa de Albizu o el Ché Guevara. Todo esto a manera de introducción a mis Historias Paganas. No me despido sin antes dejarles saber que ha sido de la vida de mi abuelo. El Dr. Pagán tiene ahora 83 años. Enviudó hace casi 20 años, y desde entonces ha tenido varias jevas que ha conocido en el casino del Hotel Marriott al son de algún big-band venido a menos (el singles-scene de la tercera edad). Hace unos cuantos años, empezó a sufrir unos desmayos que casi siempre le daban mientras guiaba. En una de esas cogió un jamaqueón que ahora lo tiene relativamente fuera de circulación. Vive ahora en un estudio en el sótano de la casa de mi tío, con una enfermera around-the-clock. Sigue yendo al Marriott los domingos.

domingo, diciembre 11, 2005

CUESTION DE APELLIDO


Hace dos meses, empecé a colaborar como escritor freelance para los dos periódicos de los Ferré. Esto ha llenado de esperanza a mis padres que piensan que éste bien podría ser el camino que me llevará a la tierra prometida de la estabilidad económica. Tal es así que mi padre, luego de ver mi nombre y apellido, ambos muy comunes, en el by-line, me ha planteado el asunto de darle algún tipo de giro a mi nombre para que llame más la atención o sea más fácil de recordar. Él tiene razón. Mi nombre es demasiado común. La otra noche, por ejemplo, mis padres se sorprendieron de ver mi nombre en los créditos del especial del Banco Popular. Les tuve que explicar que ése no era yo sino un director de fotografía que tiene el mismo nombre, el mismo apellido y hasta la misma middle initial que yo. No sólo conozco a mi homónimo, sino que trabajo en la misma industria que él. He hasta recibido e-mails y llamadas de gente buscándolo a él. No obstante sus méritos, la recomendación de mi padre me resultó desconcertante, más que nada porque me llamo como mi padre y mi abuelo antes que él. El asunto planteaba issues paterno-filiales que no me interesaba dilucidar. Fue chévere tener tal apoyo de mi padre, pero no me sentía listo para reinventar considerablemente mi nombre, Decidí entonces hacer lo lógico: empezar a usar mi segundo apellido. Habrá quien pregunte por qué no lo había hecho antes. La respuesta me obligaría a hablar de mi relación con la familia con mi madre, relación que, como diría una amiga, es “bastante regular”. Casi toda mi vida, para efectos públicos, he procurado no usar mi segundo apellido como una forma de rebeldía, aunque debo admitir que también lo he hecho para poder aprovecharme del relativo anonimato que viene con un nombre común. En gran medida, la decisión de empezar a usar mi segundo apellido, se la debo a Leela, mi amiga de la India. Como verán, mi segundo apellido es Pagán. Cuando Leela se percató de esto, exclamó: “Oh, my God, you’re a pagan!” Por primera vez, sentí que mi segundo apellido servía de algo, aunque ese algo fuera hacer alarde de mi ateismo rampante. Así las cosas, esta semana empecé a usar el Pagán. No se lo he comentado a mi madre, pero supongo que en algún momento se dará cuenta y se alegrará. Por lo demás, ha sido chévere empezar a hacer las paces con ese lado de mi familia.

jueves, diciembre 08, 2005

ANALOGIAS


Soy un obseso de las analogías. Me encanta definir las cosas en base al parecido que tienen con otras. Creo que éste en un vicio que desarrollé en el proceso de explicarle, a amistades extranjeras, el valor cultural de toda una serie de figuras locales o regionales que para ellos resultaban desconocidas. Fue así cómo alguna vez le expliqué a una amiga española que el mexicano Juan Gabriel es algo así como el Elton John latinoamericano, aunque hay los que dirían que es más como un Michael Jackson.

Hace unos años, empecé a pensar que el reggaetón es hoy, lo que hace treinta años fue la salsa. Eso me llevó a hacer toda una serie de analogías entre los reggaetoneros de ahora y los salseros de entonces. Éstas fueron algunas de las conclusiones a las que llegué.

Vico C es el Cortijo del reggaetón
Playero es el Tito Puente
Tego es el Maelo
Daddy Yankee es el Héctor Lavoe
Don Omar es el Cheo Feliciano
Ivy Queen es La Lupe
El dúo de Luny Tunes es el Johnny Pacheco (ésta se la debo a Marcos)

Y así por el estilo. Lo más divertido es buscarle equivalencias a los exponentes menores. ¿Con quién comparar a Hector The Father o Tito El Bambino? ¿Quién es el Lalo Rodríguez, el Marvin Santiago o el Frankie Ruiz del reggaetón? Podríamos estar horas debatiendo. Una de las cosas más interesantes de este ejercicio era percatarse de qué figuras salseras aún no tenían un equivalente en el reggaetón. Fue asó cómo me di cuenta, por ejemplo, de que el reggaetón todavía no tenía un Rubén Blades, lugar que este año bien podría haber venido a ocupar el Residente Calle 13. Quiere decir eso que lo más grande que ahora le falta al reggaetón es una Celia Cruz (ésa se la debo también a Marcos; por si las moscas, ya pensamos en Glory; ella vendría siendo el equivalente a La India).

Hablando precisamente sobre el reggaetón, Marcos y yo nos dimos cuenta de algo bastante freaky. El reggaetón ha desplazado a toda una serie de artistas, relativamente jóvenes, que hasta los otros días tenían algún tipo de relevancia, pero que ya se han convertido en el recuerdo de lo que eran, como especimenes congelados para siempre en el tiempo, en camino a perder, de una vez y por todas, su "mojo". Esto me ha llevado a elaborar otro set de analogías:

Draco es el Danny Rivera de mi generación
Cultura Profética es el Haciendo Punto
Fiel a la Vega es el Aires Bucaneros
Fofé es el Chucho Avellanet
La Secta es el Moliendo Vidrio (gracias a Antonia Pujols)
Súperaquello son Las Caribelles (ídem)

Y así por el estilo. Me pregunto quién será nuestra Lucecita Benítez. ¿Mima? Quién sabe.

Postdata: Luego de haber escrito este post, descubrí que en El Nuevo Día de hoy, jueves, se publicaron, en una misma página, dos artículos: uno sobre Draco, otro sobre Danny Rivera. I rest my case.

miércoles, diciembre 07, 2005

HAROLD & MAUDE


Reproduzco aquí un cuentito que sometí a unos de los certámenes de microrrelato de Estruendomudo, un pequeño homenaje a la amiga Marta Pérez. El título de Harold & Maude hace referencia a la famosa película del mismo nombre sobre la relación amorosa entre un muchacho de 18 años y una viejita de 80.

La pintora Marta Pérez (1934-2004) todavía vive en el Viejo San Juan. Suelo verla convertida en una de sus gatas, paseándose por el área cercana a la que era su casa en la calle Sol. Cuando me enteré de que Marta había emigrado a otra dimensión, me alegré por ella. Al fin se había escapado de la pequeñez isleña que tanto le indignaba. No fui al homenaje que le hicieron en la Plaza de Armas porque no me gustan esos homenajes en que los vivos compiten por ver quién quería más al difunto. Yo prefiero recordarla para siempre. No puedo pensar en mejor manera de homenajearla. Últimamente, Marta, desde donde sea que está, ha decidido mandarme mensajitos y dibujitos al celular. Así es cómo ella ha decidido seguir estando presente en mi vida. A mí me parece genial. Cada vez que me llega uno de sus mensajes, pienso en ella y en nuestro delicioso romance, en La Mallorca y todos los cafés que nos tomamos juntos allí. Yo fui su Harold, ella fue mi Maude. Es rico enamorarse de una brujita.

martes, diciembre 06, 2005

HOMENAJE A ESTEBAN TOLLINCHI


Me uno al inesperado brote de fervor intelectual que se ha producido a raíz de la muerte de Esteban Tollinchi, legendario profesor de literatura y filosofía de la UPR. Pero antes de hablar sobre cuál creo que es el gran legado de Tollinchi, quiero dejar claro lo siguiente: Cogí un semestre de literatura medieval con él y lo odié. Sus libretitas profusas con notas, más que deslumbrarme, me espantaban. Su hablar tartamudo me desesperaba. Su humor nunca me dio gracia. Así mismo, nunca fui a ninguna de sus fiestas, o sea que nunca lo vi bailando polca. Yo estaba en Literatura Comparada y me creí el cuento de los posmos. El academicismo de Tollinchi me parecía ridículo y hasta primitivo. Sin embargo, ahora que han pasado casi diez años desde que salí de ese cuido para adultos jóvenes que es la UPR, me doy cuenta de todas las lagunas que tengo, todas las lecturas que no hice por estar leyendo toda una lista de post-estupideces. Ahora que ya me saqué eso del sistema, puedo decir que el gran triunfo de Esteban Tollinchi radica en haberse mantenido firme, en haber formado estudiantes que hoy lo recuerdan cariñosamente por algo que a mí nunca me fomentaron en la Casa de Estudios: la erudición.

¿VALIO LA PENA EL 2005?


El Nuevo Día está convocando a sus lectores para que voten por las noticias más importantes del 2005. Creo que las listas de noticias nominadas pintan un cuadro bastante fiel de lo patético que ha sido este año que se acaba, gracias a dios, en menos de un mes. Los invito a que revisen particularmente las noticias en la categoría de espectáculos. Voten por la última.

HIGH ART


Cuando estaba más o menos en mi tercer y cuarto año de la IUPI, me dio por janguear con un grupito de Bellas Artes. Félix y Manolito constituían su núcleo. Era lo más cercano que había a un movimiento avant-garde en el Humanidades de principios de los noventa. Félix, por ejemplo, practicaba el arte conceptual y sus piezas no fallaban en crear polémicas bobas como las que se dan entre estudiantes de arte. Hay que decir que el tipo sabía de lo que hablaba. Había estado de intercambio en California y allá había entrado en contacto con todas esas cosas. Yo, que era un posmoderno precoz, me sentí atraído a la pose vanguardista. “Epater les bourgeois”, decía yo, blanquito renegado al fin. El tiempo se nos iba esbozando performances que tenían como meta poner en evidencia la futilidad del mundo artístico. Recuerdo que la noche de un 30 de noviembre salimos a la calle a hacer arte político. Con pintura verde, "intervendríamos" (forma bonita de decir vandalizar) los rótulos de SALIDA del Expreso Las Américas. La idea era pintarle por encima a las letras AL de SALIDA, de manera que leyera S__IDA. Esta iba a ser nuestra acción de arte para el día internacional del Sida. Quizás suene patético ahora, pero para nosotros en aquel momento era tan genial como tomar por asalto las torres del Cerro Maravilla. Sí, así de “genial”. En otro momento, la emprendimos contra el Departamento de Actividades Culturales de la UPR. Algo mal habían hecho para un SJ Cinemafest, cuando todavía era en los cines viejos de Plaza, que nosotros decidimos hacer unos flyers que leían “Somos mediocres y qué” con la firma apócrifa de Actividades Culturales. Eso se llama rebeldía mal canalizada. Ahora que recuerdo todas estas “aventuras”, me doy cuenta de lo aburrido que éramos. Lejos, por ejemplo, de la narco-decadencia que caracterizó la IUPI de mi amigo el desentramado. Lo más cercano que yo llegué a eso fueron unas fiestas de Halloween en casa de una amiga a las que iba Morgan antes de que lo metieran preso por secuestrar a alguien. Lo más edgy del grupito con el que yo jangueaba era lo sexualmente ambiguo que era. Félix, por ejemplo, era el típico gay que no se atreve a asumirse como tal y que por lo tanto opta por la asexualidad. Manolito, por su parte, era el típico bellacón que se hace pasar por gay para acostarse con la mayor cantidad de mujeres posibles. Nunca he visto un tipo tan indiscriminado con las mujeres como él. Ese hombre se lo metía literalmente a cualquier cosa que tuviera vagina. Pero todo el mundo juraba que era gay. Andy Warhol foverer!

lunes, diciembre 05, 2005

EL AMOR NO ES SOLO SEXO


Luego de haber hecho el cuento de Leela, me quedé pensando en el amor, que obra de maneras misteriosas. Decidí omitirlo del post sobre Lila, pero ahora revelo que nunca pasó nada entre nosotros. Lo omití porque pensé que le hubiera quitado fuerza al cuentito. Pensé que era mejor dejar al lector en duda. Me quedé pensando en que uno, en la vida, se enamora de muchas personas, pero sólo con unas pocas establece (o tratar de establecer) relaciones de pareja. Hace unos años, mi astróloga me explicó algo que de repente viene al caso. En la astrología, se establece una diferencia entre lo que son los enchules, las asociaciones y los amores profundos. Casas diferentes rigen a cada uno de ellos. Para mí, esto significa que uno se puede enchular de alguien sin tener que enamorarse o tener una asociación (léase relación) con esa persona. O, de igual manera, enamorarse sin haberse enchulado o tener una relación. También significa que uno puede tener una relación de vida con alguien de quien uno no esté enchulado ni enamorado. Sin embargo, la cultura occidental ha insistido en que sean una misma cosa. Hace un tiempo atrás, me dio con pensar que otro triunvirato destinado a colapsar es el del amante/padre/esposo o amante/madre/esposa. Es muy posible que en un futuro no tan lejano, uno tenga una amante que satisfaga necesidades eróticas-afectivas (los enchules), otra mujer que sirva de madre para el hijo de uno (las asociaciones) y otra con la que compartir proyectos de vida no necesariamente de tipo domésticos (los amores profundos). Con la primera, uno tendría sexo y otras actividades vinculadas al placer. Con la segunda, que uno escogería por sus atributos reproductivos y genéticos, uno tendría y criaría los hijos sin necesariamente formar un solo hogar (pueden haber dos o tres o cuatro; quizás estemos de regreso a la idea que la aldea entera es la que cría a los niños. Y con la tercera, uno compartiría proyectos que van más allá del plano doméstico y que se extenderían hasta lo profesional (en este sentido, serían como buenas amigas y amigos). Yo creo que no estamos tan lejos de todo esto. Por ejemplo, en las clases más bajas, la figura del padre brilla por su ausencia, y muchas mujeres han terminado prescindiendo completamente de sus servicios paternos. Tengo amigos y amigas que han recibidos ofertas de que personas con las que no tienen ningún tipo de relación amorosa o sexual, para que sean la madre o padre de sus hijos. Esto podrá parecer una aplicación un poco macabra de Darwin, pero lo cierto es que esto es lo que los seres humanos hemos hecho instintivamente por miles de años, buscar hombres que sean buenos proveedores y mujeres con buenas capacidades reproductivas. Dice Vicenté Verdu, el autor de El estilo del mundo, que durante el siglo XX, logramos separar el sexo y el amor, y que en el siglo XXI la cosa parece que será separar el sexo de la reproducción, esto gracias a los avances en la biotecnología. ¿Dónde queda el amor en todo esto? A mí me gusta la idea de poder amar a una persona sin la presión de que tengo que tener una relación sexual o una relación de pareja con ella. Eso me permite decir que me enamoré de Leela sin haber tenido nada nunca con ella. Así como me gusta la idea de tener sexo con alguien sin sentirme obligado a enamorme de la persona. Termino con una cita de Woody Allen, que dijo: Es cierto; sexo con amor es lo mejor del mundo. Pero sexo sin amor viene justo después.

domingo, diciembre 04, 2005

INTRODUCCION AL SISTEMA DE CASTAS


A Leela la conocí en Nueva York. Teníamos de amiga en común a Eulalia, una española que estudiaba periodismo en NYU. Leela es de la India. Allá llegó a ser editora de la revista dominical del Bombay Times. Estaba casada con un periodista igual de prominente que ella. Al divorciarse quedó como la mala de la película y no tuvo otro remedio que irse de la India para Nueva York con el pretexto de hacer una maestría. Su apellido, Jacinto, de indio no tiene mucho. Resulta que Leela nació en un antiguo enclave portugués en la India y su familia es cristiana. La conocí en el apartamento que Eulalia compartía con mi también amiga Blanca, en la calle 9, entre 1ra y la avenida A, justo al lado de P.S. 122. Al enterarme de que Leela era de la India, mi primera reacción fue pedirle que me explicara el sistema de castas. Este el tipo de estupidez que yo hago tratando de ser simpático pero que termina espantando a las mujeres. Pero con Leela funcionó. Ella me explicó el sistema de castas con lujo de detalles y yo quedé profundamente enamorado. Leela es diminuta en tamaño, pero carismática y graciosa como ella sola. Trabaja actualmente en abcnews.com y está casada con Thom, un documentalista estadounidense que hace unos años le vendió a HBO un documental titulado Private Dicks, de hombres hablando sobre sus penes. Leela es una gran periodista. A principios de año, estuvo en Afganistán, Pakistán y la India. Hace un mes, estuvo en París cubriendo los disturbios en el extrarradio parisino. Una de sus notas se tituló The Dark Side of the City of Lights. Cada vez que voy a Nueva York, trato de encontrarme con ella para seguir hablando del sistema de castas.

LA DIVINA COMEDIA. PT. 2


Ya he procrastinado suficientemente la continuación del cuento de La Divina Comedia, aunque debo reconocer, en homenaje a mi antigua psicóloga, que algo habrá en ese cuento que no quiero recordar. A los que no han leído la primera parte, quizás les convenga hacerlo antes de leer lo siguiente.

La Divina Comedia fue para mí algo así como un rito de pasada. La fiesta se dio a menos de un mes de haber cumplido los treinta y vino a ser lo más cercano a una celebración oficial, aunque nadie en la fiesta se enteró. En ese sentido, se puede decir que fue a cúspide de mi retorno de Saturno, esa cueva a la que uno entra a partir de los 28 ó 29 años, y de la cual no sale hasta justo después de los 30. Para los que no estén familiarizados con este concepto astrológico, sólo diré que al retorno de Saturno uno entra niño y sale de él adulto. Uso la metáfora de la cueva, pues en el retorno de Saturno uno se ve obligado a encontrarse a sí mismo en la oscuridad.

Un aspecto importante de La Divina Comedia fue que me permitió bregar con dos rollos importantes: mi relación con el dinero y mi relación con mi cuerpo. Sobre mi relación con el dinero, tengo que decir que soy una de las personas más tacañas que conozco. Habiendo dicho eso, puedo ahora decir que para La Divina Comedia, mi amigo socio y yo invertimos la cantidad de US$7,500, de los cuales no recuperamos ni un centavo, pues todo en la fiesta era gratis; los presentes no tuvieron que pagar nada. La Divina Comedia es hasta el día de hoy la mejor inversión de dinero que he hecho en mi vida. Y no debe perderse de vista que en ese momento me encontraba sin trabajo y no tenía la más mínima idea de hacia dónde iba en lo profesional. Así que ya deben tener una idea más clara del tipo de fiesta de la que estamos hablando: una fiesta de US$7,500.

Sobre las invitaciones, hay que decir que perdimos rápidamente el control de las mismas. Queríamos que la fiesta fuera todo un social event, así que le pedimos a una amiga que enviara invitaciones a su lista de opinion makers y beautiful people. A dos amigas más, les dijimos que invitaran a la gente de sus trabajos. Mi socio y yo estuvimos tan ocupados en la producción de la fiesta que no pudimos darle el seguimiento adecuado a nuestros propios invitados. El resultado de esto fue que al final no conocía a la mayoría de la gente que fue a la fiesta. Pero así es la vida.

Para controlar la puerta, recluté a mi hermano y a un amigo de él. Por suerte, esa noche llovió y eso creo que no salvó de una situación potencialmente descontrolada. Calculamos que a la fiesta vinieron aproximadamente 250 personas. Como dije, de esas, casi no conocía a nadie.

Han pasado dos años desde aquel sábado, pero todavía me encuentro con gente que recuerdan La Divina Comedia como una de las mejores fiestas a las que han ido en sus vidas. Yo creo que las razones para esto son varias. Paso a enumerarlas en ningún orden en particular:

1. Location: Un espacio tipo almacén en la urbanización industrial Tres Monjitas.
2. Gratis: Hubo gente que pensaba que iba a tener que pagar para entrar y beber. Descubrir que todo era gratis digamos que los predispuso a pasarla muy bien.
3. Cierto aire de misterio: Nadie entendía la razón de ser de la fiesta. Se hablaba de que la habían organizado dos tipos, pero nadie sabía quiénes eran. Además de eso, el hecho de que en un estudio adyacente se estuviera produciendo un reality show tipo Big Brother, en el que los participantes están encerrados en un estudio-casa por un período de varias semanas, le hizo pensar a la gente que la fiesta era parte del reality. Algunos hasta pensarón que estaban siendo grabados sin que ellos lo supieran.
4. Cierto aire de decadencia: Más sobre esto luego. Por ahora, sólo diré que esto se logró gracias al entretenimiento, especialmente a las strippers y los performeros. Esto contribuyó a que la gente se soltara. El libre flujo de alcohol y pasto no se quedó atrás.
5. Gays: Nada que explicar.

Con tela de tul, creamos tres espacios: Paraíso, Purgatorio e Infierno. El Paraíso era el área para bailar. El Purgatorio era donde estaba la comida. Y en el infierno, la bebida. Una cosa que no he dicho pero que es central es que el estudio tenía un espacio de camerino que nosotros convertimos en dark room. Por suerte, no mucha gente se enteró de su existencia.

Terminamos de ambientar el espacio dos o tres horas antes de la hora de la fiesta. Yo no tenía ropa, así que fui a Macy’s y, a tono con la botaera de chavos, gasté US$200 en una camisa y pantalón Kenneth Cole y otros US$120 en unos zapatos italianos. ¿Se acuerdan que dije algo de mi relación con mi cuerpo? Pues Kenneth Cole me ayudó a mejorarla. Bueno, él y las strippers. Pero no nos adelantemos.

Continuará.

viernes, diciembre 02, 2005

RATTAN SPECIALTIES


El Mimbre Despeinado rulea!!! Si no lo han hecho ya, les recomiendo que se den la vuelta por este blog. Pueden acceder a él a través de mi lista de enlaces. Sobre El Mimbre, sólo diré que ha llenado el vacío que dejó en mí el final de Sex and the City.